miércoles

Requiem Aeternam



  Hoy soñé que podía escribir todos mis sueños.
Que no había poesía, ni cuento más extraño que no pudiese pintar,
ni había escultura más grande que no pudiera cantar.
Soñé que podía mentir usando todos los verbos
mientras pintaba un caballo rampante de metal


  Había elementos claros;
un puente de rosas esperando marchitar,
una cara ajena, desfigurada, filosa como un dado,
piel de cera y ojos gritando
como un cuadro de Basquiat.

  Hoy escribí que podía soñar todo lo que escribo.
Que no hay poesía, ni cuento más extraño que no pueda observar
sobre un monte de piedra, libros y musgo,
Desde donde podría, también, juzgar
La locura de tiempos pasados;

el pasado.

  Campos diáfanos
donde también podría soñar otros sueños,
que luego podría escribir sobre papeles intermitentes,
amarillos,
adornados con poemas de tintas rojas, violetas o celestes
Que luego podría soñar,
Pero nadie podría leer.

  Eso fue lo más importante.
Literatura para mis adentros.
Para mis amores realizados,
para mis campos diáfanos con caballos metálicos,
puentes de rosas y una cara imponente.
versos sin explicación,
letras derramadas
de mis sueños al papel:
El papel de los sueños.

  Soñé que podía escribir mis sueños,
Escribí
que
hoy.
  

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